jueves, 30 de julio de 2009

SPECULUM

Lástima de tanta belleza desperdiciada …




De un golpe, el sonido del despertador la atrajo, de nuevo, hacia el lado del espejo correcto:
la realidad.

El consumo de cannabis se había convertido en una constante vital para ella.
Sí, pues siempre después de alguna ruptura caía inevitablemente en una depresión que ella, irónicamente, denominaba como "post-mortem".

Irónico, porque era casi como si el alma se le resquebrajara desde el más impúdico interior y le hiciera astillas el corazón.



- ¡Maldita hija de puta!, pensó cuando el haz de luz robado al alba le martirizó los ojos.


La claridad de sus pupilas siempre había jugado en su contra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario